El ayuno que agrada a Dios (Is 58, 1-12)
El ayuno es un medio que nos ayuda a enfocarnos en aquel que realmente es el que vale la pena, Jesús, porque vivimos una vida con muchas comodidades, pero al final todo se acaba, porque nada es para siempre, el único que permanece siempre y para siempre es Jesús. Entonces, ayunar es un acto de abstinencia, de sacrificio muy personal que ofrecemos a Dios, y en esta ocasión, en Isaías capítulo 58, del 1 al 12 nos recuerda que Dios no tolera el ayuno que consiste sólo en abstenerse de comer y no se asocia con la justicia y la solidaridad. Oración a Dios Espíritu Santo (San Josémaría Escrivá) ¡Ven, oh Santo Espíritu!: ilumina mi entendimiento, para conocer tus mandatos: fortalece mi corazón contra las insidias del enemigo: inflama mi voluntad… He oído tu voz, y no quiero endurecerme y resistir, diciendo: después…, mañana. Nunc coepi! ¡Ahora!, no vaya a ser que el mañana me falte. ¡Oh Espíritu de verdad y de sabiduría, Espíritu de entendimiento y de consejo, Espíritu de gozo y de pa...