Los justos vivirán con Dios (Sb 3, 1-12)
Hace 23 años una joven estaba en la habitación de un hospital acompañando a su Mamá, quien estaba internada por una enfermedad de cáncer, ellas conversaban normalmente, cuando de pronto la hija se da cuenta de que su Mamá ya no le estaba poniendo atención, en ese momento su Mamá voltio su cara con la mirada hacia arriba y decía: – Diosito, yo todavía no me quiero ir – y mientras ella estaba hablando se acercó la hija a su oído: – Mamá, mamá, está hablando con Diosito verdad – pero la Mamá la hizo a un lado con su brazo, sin dejar de ver hacia arriba, y la Mamá le dice a Dios: -Bueno, sí me voy Diosito, si me voy contigo, pero antes te quiero pedir algo, que no desampares nunca a mis hijas, porque yo a ellas las quiero mucho -, cuando termina de hablar con Dios ella se voltea normal como estaba con su hija platicando, en eso la hija le vuelve a preguntar, ya mirándose las dos: – Mamá estaba hablando con Diosito verdad -, y la Mamá le responde bajando la mirada con una leve sonris...