Misericordiosos como el Padre (Lc 6, 35-36)
![Imagen](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqaImnTtd20At1HgRR8R0KZoNeKdnjV2wjZvyAFXlqXYFVfbyvuD2ME_NY_9BTeSiM5wPOJFMkGxoPTGaNpMulJ-lXKkV2ynLSl8WAAwZ4gdeyLF6uqpmf1bdx1BUfDpaiS6t0tTawQdOQ/s640/Foto_212.jpg)
Dice San Juan de Dios que si miráramos cuán grande es la Misericordia de Dios, nunca dejaríamos de hacer el bien mientras podamos: pues dando nosotros, por su amor, a los pobres lo que Él mismo nos da, nos promete el ciento por uno. Quién no da lo que tiene a este bendito mercader, que hace con nosotros tan buena mercancía y que además nos pide, con los brazos abiertos, que volvamos a Él, que lloremos nuestros pecados y hagamos caridad, primero a nuestras ánimas y después al prójimo. Porque así como el agua mata al fuego, también la caridad mata al pecado. Oración a Dios Espíritu Santo Ven Espíritu de Dios. Y acoge mi alma. Sea yo luz, sea yo apoyo, sea yo santo, en el Nombre de Jesús. Limpia mi espíritu y sea yo uno contigo en la Cruz. Sé mi manantial de dones y carismas, cólmame de tu fuerza y tu bondad. Quiero que me perdones por tantas faltas de caridad. Vive en mí, sé mi invitado permanente. Florece en mí como hierba fresca y flores del campo, así, lleno de paz, de Ciel...