Cuanto me han hecho sufrir (Salmo 129)
Bendito y alabado seas por siempre Señor. Siéntete feliz, siéntete libre en su presencia porque sabes cuánto Él nos ama. Cada día verás las grandezas de su bondad, cada día verás su humor tan grande, queremos acercarnos a ti Señor, queremos acercarnos a tu cruz, queremos estar muy cerca de ti, queremos amarte con el más profundo amor.
Salmo 129
Cuanta guerra me han hecho desde mi edad temprana, cuanta guerra me han hecho desde mi juventud, cuanto me han hecho sufrir desde mi infancia. Sobre mi espalda metieron el surco e hicieron grandes heridas.
Mensaje de consolación
Desde chiquitos venimos aguantando golpes, al nacer nos dieron una nalgada para llorar y destapar los pulmones, el ruido es más fuerte y la luz que cala en los ojos cuando los empezamos a abrir poquito, desde bebes nacemos sufriendo. Después viene la competencia entre los hermanos, la ausencia de uno, el divorcio de los padres, nos encontramos con el bullying y nos trataron mal, la juventud hay quienes les va bien y a otros no tan bien, los recuerdos, los miedos, inseguridades y los pensamientos destructivos, total que por algún lado sufrimos.
Y no hay cosa peor que una uña enterrada, te hago esta comparación para reflexionar, duele mucho, yo tenía un amigo que duró con una uña enterrada mucho tiempo, no quería desenterrarla ni tampoco dejaba que lo ayudaran. Si tienes una uña enterrada tienes que sacártela. No dejes que el dolor se solidifique ni un poquito, no permitas que el dolor se empoce en el alma, porque el dolor se pudre, pica y huele feo. Ya después solo queda una ligera recuperación, por eso es importante tener buenos amigos y hermanos que le den amor, esto es lo que hace que uno se recupere.
De lo contrario seguiremos enojados diciendo: ¿Por qué se murió? ¿Por qué tengo yo éste defecto? ¿Por qué no tengo dinero? ¿Por qué no tengo el trabajo de mis sueños? ¿Por qué me dejó? ¿Por qué? y ¿por qué? de vez en cuando hay que enojarse con Dios para desahogar el corazón, a Él no le molesta y si no lo crees imagínate a un bebé que no llora en la cuna, se muere de hambre, es por eso que decimos ahora “el que no llora, Dios no lo oye”.
No te tapes las heridas, no las ocultes porque cuando uno oculta las heridas, viene la pus, los gusanos, pero bueno para Dios eso no es nada, el Señor es bueno y no quiere que andemos arrastrando heridas. Dios está fascinado contigo, tu vales mucho, eres oro puro, no te dejes amarrar por el enemigo y si en algún momento de tu vida te sientes encadenado, Alaba a Dios, veras como se rompen esas cadenas, porque Dios es bueno.
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