40 días, el tiempo perfecto (2Tim 2, 20-26)


Me da gusto poder saludarte de nuevo, y esta vez quiero compartir contigo algo sobre éste tiempo litúrgico que estamos viviendo. Pero primero te invito a orar con la Palabra de Dios en la 2da carta de San Pablo a Timoteo capítulo 2, versículos del 20 al 26.

Oración a Dios Espíritu Santo
Espíritu Santo, Tercera Persona de la Santísima Trinidad, Espíritu de Verdad, amor y santidad, que procedes del Padre y del Hijo y en todo son iguales, te adoro y te amo con todo mi corazón. Enséñame, Espíritu Divino, a conocer y buscar mi último fin; dame Santo temor de Dios, verdadera contrición y paciencia. No me dejes caer en pecado. Aumenta mi fe, esperanza y caridad y has florecer en mi alma las virtudes propias de mi estado de vida. Amén.

Lectura: 2 Tim 2, 20-26
En una casa grande no hay sólo vasos de oro y plata, sino también de madera y de barro; unos son para unos nobles, los otros para unos vulgares. Así pues, el que se conserve libre de esas cosas, será como un vaso para unos nobles, consagrado y útil al Señor, dispuesto para toda obra buena. Huye de los impulsos apasionados de la juventud y procura practicar la justicia, la fe, el amor, la paz con los que invocan al Señor con sincero corazón. Evita las discusiones estúpidas y superficiales, sabiendo que engendran conflictos. Un siervo del Señor no debe ser conflictivo, sino amable con todos, apto para enseñar y sufrido; debe corregir con bondad a los adversarios, con la esperanza de que Dios les conceda el arrepentimiento que lleva al conocimiento de la verdad, y recapaciten libres de la trampa del diablo, que los tiene cautivos y sujetos a su voluntad. Palabra del Señor. 

Mensaje de consolación
Como sabrás la Iglesia Católica tiene su ciclo litúrgico que fue creando desde sus inicios y el cual incluye algunas fiestas del judaísmo y otras que agregaron después como la Navidad y así hasta tener completo el año litúrgico.

Ahora mismo, estamos en un tiempo perfecto de conversión que dura 40 días, es el tiempo de Cuaresma en el cual nos preparamos para vivir la Semana Santa que da comienzo con el Domingo de Ramos y termina con la gran fiesta de la Pascua que es el paso de Jesús por nuestra historia y que le ha dado razón a toda nuestra existencia, por eso todos los cristianos nos unimos para conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Cristo, que son los principales misterios de la fe cristiana.

El 40 es un número que es clave para Dios, por eso la vida de Moisés se compone de 3 ciclos de 40 años cada uno, los Israelitas estuvieron 40 días en el desierto, el diluvio duró 40 días, Jesús estuvo 40 días en el desierto también, por eso es un tiempo perfecto que Dios a través de su Iglesia nos permite vivir para que dispongamos nuestro corazón y comenzar una conversión de querer parecernos a Jesús, de querer vivir sus enseñanzas practicando la justicia, la fe, el amor, la paz y confiar en sus promesas.

San Pablo en su carta nos dice que en una casa hay muchas clases de vasos, muchos tenemos un vaso que usamos para darle agua a una persona que no es familia nuestra, también tenemos otro vaso mejor que usamos para los amigos y para nosotros, pero hay otra clase de vaso, que es el vaso bueno, el de honra, que está guardado en la vitrina y lo usamos cuando viene una gran visita o cuando hacemos una gran fiesta. San Pablo nos dice que uno elige la clase de vaso que queremos ser y la cuaresma es para que todos tengamos una buena conversión y seamos como un vaso de honra para las obras de Dios.

¿Es difícil una conversión? Si, puede ser difícil, pero lo importante es que nunca dejemos de luchar, el Señor al igual como hizo con San Pablo será nuestra fuerza en la debilidad. La conversión puede ser diaria si te lo propones, ir trabajando poco a poco hasta conseguir el orden de las cosas, piensa un momento cómo Dios en toda su majestad y en todo su esplendor, vino al mundo pobre y pequeño, el quiso nacer así, ser pobre y pequeño es la clave para una buena conversión, porque solo los pequeños tienen el deseo de crecer, porque el que piensa que es grande porque lo sabe todo, lo puede todo y lo tiene todo, no tiene ningún deseo de crecer.

Estamos a un paso de salir de las tinieblas a la luz, si aprovechamos este tiempo de Cuaresma y luchamos contra nuestros enemigos que son la carne, es decir, nuestro egoísmo, la debilidad, el mundo que nos rodea, la moda y todas esas cosas que nos impiden caminar. Intensifica tu vida de oración, como más te guste hacer oración y recuerda que nunca es tarde cuando se trata de una gran dicha.

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